El precandidato presidencial y exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, está citado por la Fiscalía a una audiencia virtual en la que se le presentarán ante un  juez cargos por el delito de interés indebido en la celebración de contratos cuando se desempeñaba en el primer cargo público de la capital de Santander.

Se le acusa de direccionar la consultoría que buscaba adjudicar un contrato de 360 millones de dólares por espacio de 30 años, para conseguir una tecnología alternativa de manejo de los residuos sólidos en el relleno sanitario El Carrasco.

La Procuraduría había radicado una queja disciplinaria en la señaló que su hijo, Luis Carlos Hernández, presuntamente habría suscrito un contrato para gestionar la firma del millonario contrato entre la Empresa de Aseo de Bucaramanga (EMAB) y la multinacional Vitalogic RSU.

Por la intervención del ente disciplinario este último contrato no se firmó.

Mientras tanto, José Manuel Hormaza, representante legal de Vitalogic, sostuvo que no entiende por qué se les vincula, cuando esta empresa nada tiene que ver en el proceso.

Incluso, señaló que nada tuvieron que ver en un contrato de corretaje que se firmó y en el que se vincula al hijo del exalcalde.

Dicho contrato se firmó entre Héctor Baquero y Carlos Gutiérrez, en donde además Vitalogic nada tuvo que ver.

Explicó además que en la convocatoria para la implementación de nueva tecnología en el relleno sanitario El Carrasco solo había dos proponentes y un tercero que no alcanzó a llegar.

Por este hecho de corrupción, la Fiscalía también investiga al exgerente de la Emab, José Manuel Barrera; el contratista, Jorge Alarcón; el jefe de disposición final de la Empresa de Aseo de

Bucaramanga, Rubén Amaya, los empresarios Luis Andelfo Trujillo y Carlos Gutiérrez, personas cercanas a la familia del exalcalde de Bucaramanga.